sábado, 13 de marzo de 2010

UNIDAD V: RELACIÓN E INTEGRACIÓN

Irritabilidad
Irritabilidad es la capacidad de un organismo o de una parte del mismo para identificar un cambio negativo en el medio ambiente y poder reaccionar.
Por otra parte la irritabilidad es la capacidad homeostática que tienen los seres vivos de responder ante estímulos que lesionan su bienestar o estado de confort. Esta característica les permite sobrevivir y eventualmente adaptarse a los cambios que se producen en el ambiente.

Estímulos
Los estímulos son cambios que se producen en el hábitat de los seres vivos. Las variaciones en el agua, la luz o las sustancias químicas del entorno, por ejemplo, son estímulos. Los seres vivos ofrecen a los estímulos del entorno diferentes respuestas. Las de los animales se llaman tactismos y las de los vegetales, tropismos.

Tropismos
Son movimientos que experimentan las plantas cuando necesitan adaptarse a unas condiciones ambientales más favorables. En los vegetales se observan tropismos cuando la planta se orienta hacia un determinado estímulo.
Por ejemplo, el fototropismo se produce como una respuesta hacia la luz. Los tallos tienen un fototropismo positivo, porque el crecimiento se orienta hacia la luz. En la raíz se observa un fototropismo negativo, porque crece en dirección opuesta a la luz.

Los tropismos son lentos movimientos de la planta que implican un crecimiento o retracción de la raíz, del tallo o de las hojas. Si la planta reacciona a favor del estímulo, se habla de un tropismo positivo, y de un tropismo negativo si se mueve en su contra.



Tactismos
Los tactismos son movimientos reflejos que se producen ante variaciones en el entorno. Casi siempre los realizan los invertebrados. Las respuestas de los animales invertebrados a los estímulos externos son más complejas que los tropismos, pues estos animales, además de un control hormonal, poseen una regulación de sus respuestas al ambiente dado por un sistema nervioso primitivo. Esto determina que sus respuestas sean más rápidas y por tanto más eficientes para responder ante los cambios del medio.

ESTRUCTURA Y FUNCIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO. ORGANIZACIÓN FUNCIONAL


El sistema nervioso, junto con el sistema endocrino integra y controla las numerosas funciones que permiten que el animal regule su ambiente interno y reaccione a su ambiente externo o lo encare. La unidad funcional del sistema nervioso es la "neurona", que consiste en un cuerpo celular que contiene el núcleo, la maquinaria metabólica, en dendritas para recibir estímulos, y en un axón que retransmite estímulos a otras células. El sistema nervioso se divide en dos partes: el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.

En lo funcional, el sistema nervioso difiere del endocrino en su capacidad para responder rápidamente, pues el impulso nervioso puede recorrer todo el organismo en cuestión de milisegundos. Las hormonas, en cambio, se mueven a una velocidad menor (por medio del torrente sanguíneo) y es característico que susciten respuestas más lentas pero duraderas.

Las plantas, que no suelen destacarse por su dinamismo, dependen en particular de una intrincada interacción de hormonas para coordinar sus actividades. Para los animales, que también funcionan con hormonas, suelen caracterizarse por sistemas nerviosos, es decir, redes de células nerviosas especializadas.




VER LA SIGUIENTE PRESENTACIÓN




Ampliar información con los siguientes vínculos:
http://www.curtisbiologia.com/node/1204


http://www.curtisbiologia.com/node/1205